Hogar o "la envidia mata, gata"
Dos personas no pueden ocupar el mismo lugar en el podio del éxito, y cuando al que le toca bajar se le cierra una puerta tras otra para volver a subir, se ve obligado a rebuscárselas como puede.
Pensábamos que Mario Casas se conformaría con ser un joven apuesto que anda en motocicleta pero henos aquí siendo testigos de su floreciente y prometedora carrera.
Siento degradado mi rol como mujer en una realidad que, aunque inventada, muestra la exagerada, preocupante y quiero creer, poco creíble, inocencia de una madre y esposa que credulamente se deja llevar por los macabros planes de un inestable mental como es el protagonista.
Algunas miserias humanas, manipulaciones y complicidades detestables, en esta historia que pareciera preocupantente verosímil.
Tiene algo de Parasite? Tiene.
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